No hay que ser muy listo para saber a qué se refiere esto de la suplantación, pero básicamente se trata de cuando alguien se hace pasar por quien no es.
Esto ocurre con redes sociales, identidades de marca y hasta llamadas de teléfono.
Suplantar el perfil de Instagram de alguna marca o personaje público, influencer es algo bastante común. Pero también podemos encontrarlo incluso en marcas.
Cuando pensamos en suplantación solemos pensar que siempre será algo malo pero en el sector fanático por ejemplo es algo hasta positivo. Lo que llamaríamos brandjacking.
Cuentas de grupos de fans que a veces no lo dejan claro.
Pero existen motivos más perversos que ese de suplantación, como el espionaje o el sabotaje entre empresas o entre público y empresa o marca.
Al final es una falsificación o usurpación, así que es un acto fraudulento y se pueden tomar medidas legales contra quien lo lleve a cabo.
Ejemplo de suplantación
Te vamos a compartir el ejemplo de suplantación de identidad de marca más común y peligroso para que lo tengas en cuenta en todos los casos, como marca y como consumidora.
Pishing
Este es un método de suplantación que realmente molesta porque además es muy efectivo.
Normalmente recibes un email o carta común de una empresa de la que sueles recibir emails (y abrirlos) pero en realidad no es esa marca, es un fraude en el que quieren hacerse con tu dinero o tus datos (en la mayoría de los casos).
Además puede ocurrir hacia clientes o hacia propios empleados de la empresa. Muy peligroso.
Algunas empresas que lo han sufrido: Microsoft, Facebook, Wetransfer, Amazon, Google… Nadie se escapa.
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