El valor diferencial es aquello de lo que dispone el negocio, servicio o producto, comparándolo con la competencia directa en el mercado.
El valor diferencial está más basado en características, peculiaridades del modelo de negocio, del producto o del servicio que de las personas que lo integran o crean o la propia marca… Pero este valor diferencial se puede copiar e incluso superar. Es replicable teniendo en cuenta que se basa en características
Por ejemplo, un valor diferencial en una marca podría ser que, habiendo estudiado el mercado, te dieras cuenta de que tu competencia no está ofreciendo un soporte vía chat. Si tu marca lo incluye estaríamos hablando de valor diferencial.
Pero, como hemos dicho, la competencia puede empezar a ofrecerlo mañana.
Otro ejemplo de valor diferencial sería que si distribuyes alimentos para mascotas introdujeras algún nutriente que el resto no está incluyendo o al revés, eliminar algún ingrediente común en la competencia que no tiene aporte nutricional para las mascotas y degrada su calidad como ha ocurrido en el caso de la alimentación para perros y gatos «grain free» o libre de cereales. Al principio era un valor diferencial, y aunque todavía se pueda percibir así durante un tiempo hasta que esto se normalice, dejará de serlo cuando exista un amplio número de marcas con este valor diferencial, dejando así de serlo.
Este valor es poco consistente ya que cuando se comunica la competencia puede subirse al carro y aunque la marca pionera pueda seguir siendo «la pionera» el valor diferencial en sí desaparecería.
« Volver al Diccionario de Branding